En escenarios como los actuales, en los que el desempeño de los profesionales y colaboradores asociados al cuidado de la salud ha sido y seguirá siendo de vital importancia para el cuidado de la vida, es necesario prestar atención al conjunto de conocimientos, habilidades y conductas que les permitan ejecutar su trabajo de la mejor manera posible.
Si bien es cierto que las habilidades blandas son importantes en el ejercicio de cualquier profesión, para los profesionales asociados al cuidado de la salud, son indispensables. Las habilidades blandas en el sector salud tienen el poder de potenciar el desarrollo de carrera, son el complemento perfecto de cualquier competencia técnica y contribuyen a la formación de un colaborador mucho más completo, más integrado y por tanto, más profesional.
Aquí un listado de 10 habilidades blandas para desarrollar en profesionales asociados al sector salud:
1. Empatía
En el cuidado de la salud, es sumamente importante empatizar con los pacientes y comprender las difíciles situaciones que están enfrentando. Una actitud empática es el elemento diferenciador entre un profesional exitoso del cuidado de la salud y uno que no lo es.
2. Comunicación
La comunicación es una habilidad clave para todo profesionista. Los profesionales del sector salud no están exentos del desarrollo de esta competencia debido a la naturaleza de su profesión en lo que respecta al trato directo a los pacientes. La manera en la que los profesionales hablan con los pacientes y con sus familiares, así como la comunicación rutinaria que sostienen con sus colegas es un potente diferenciador entre los profesionales de éxito y los profesionales promedio.
3. Trabajo en equipo
La actitud para colaborar como parte de un equipo es fundamental en los profesionales de la salud. Todas las especialidades relacionadas con el cuidado de la salud requieren de un trabajo impecable y coordinado que se enfoque en el bienestar del paciente y su cuidado como la más alta prioridad. Es vital que un profesional de la salud sepa colaborar con sus colegas en la búsqueda del mejor interés del paciente.
4. Ética laboral
La ética de trabajo en el sector salud es fundamental. Existe una variedad de componentes asociados a la ética de trabajo como son el trato profesional, la puntualidad, la actitud en general y el comportamiento. Muchos profesionales de la salud trabajan jornadas intensas y es necesario que periódicamente se cuestionen acerca del conjunto de estándares éticos personales que rigen el ejercicio de su profesión. El cuidado de la salud es un campo de trabajo sumamente demandante en el que las horas son largas y sin los fundamentos éticos derivados de principios sólidos asociados al compromiso y profesionalismo, es fácil claudicar y perder rumbo.
5. Manejo del Estrés
En el cuidado de la salud, las vidas humanas penden literalmente de un hilo. Eso se traduce en el manejo estrés y presión para el profesional de la salud. Numerosos estudios dan cuenta de los altos niveles de desgaste a los que están expuestos los profesionales de la salud.
Los profesionales más exitosos del sector salud, no solo saben como manejar adecuadamente la presión, sino que se conocen a sí mismos y trabajan para evitar que el desgaste emocional llegue al límite. Utilizan prácticas como la meditación, la respiración consciente y otras, mismas que les permiten enfrentar las altas demandas asociadas a su carrera.
6. Actitud Positiva
Todos los colaboradores en el ejercicio de su profesión pueden beneficiarse de una actitud mental positiva, pero en el ámbito de a salud, esta habilidad blanda cobra una particular relevancia debido a las demandas de trabajo, el estrés asociado al trabajo en equipo y las reuniones frecuentes con pacientes. Es importante que los profesionales de la salud estén conscientes de su actitud y traten de mantener una lo más positiva posible. La cruda realidad del cuidado a la salud puede llevar muy fácilmente a los profesionales de la salud a un estado de estrés elevado con repercusiones negativas.
7. Adaptabilidad
Los profesionales del cuidado a la salud requieren altos niveles de adaptabilidad, ya que no se rigen por las condiciones que en otras profesiones podrían considerarse normales. La adaptabilidad asociada a situaciones de colaboración de equipo, como cuando un colega puede necesitar apoyo para cubrir un turno un día cualquiera, pueden demandar del colaborador un esfuerzo extra con respecto a lo que tenía planeado. No solo es importante el manejo adecuado de la propia agenda, sino que se requieren altos niveles de adaptación para manejar constantes escenarios cambiantes la mayor parte del tiempo.
Para el profesional de la salud, ningún día es igual al otro y la seguridad que ofrece una rutina es algo a lo que se requiere renunciar.
8. Manejo del tiempo
El manejo del tiempo es vital en el ejercicio de cualquier profesión, sin embargo, en las profesiones asociadas al cuidado de la salud, el dominio de esta competencia se hace indispensable la mayor parte del tiempo. Los profesionales de la salud reciben peticiones todo el tiempo de otras áreas y otros profesionales, así que es importante que sepan manejar su tiempo, establecer prioridades y manejar múltiples demandas de un sinnúmero de actores relacionados con su trabajo.
El día a día de los profesionales de la salud puede llegar a ser muy abrumador y las ocasiones en las que las horas del día no alcanzan, se viven diariamente. Un enfoque en lo urgente vs. lo importante puede ayudar a los profesionales de la salud a ser más exitosos en el manejo adecuado de su tiempo.
9. Inteligencia Emocional
La Inteligencia Emocional considera la comprensión de uno mismo y la de otros. Las personas con alta inteligencia emocional han desarrollado autoconciencia y pueden regular sus impulsos y su estado de ánimo. Demuestran empatía por los pacientes, pero también por sus compañeros de trabajo. El desarrollo de inteligencia emocional para los profesionales del sector salud tiene un impacto positivo en los pacientes, los equipos, los colegas y en general, dentro de la institución.
10. Confianza
Los profesionales de la salud se presentan cara a cara ante los pacientes y debido a esto es importante que proyecten confianza. La confianza es uno de los factores más importantes que afecta el desempeño de los profesionales de la salud.
Cuando un colaborador del cuidado de la salud es capaz de entablar un vínculo y conseguir que el paciente le otorgue su confianza, ese colaborador recibirá mejores evaluaciones por parte del paciente y por lo tanto el hospital o centro de salud gozará de mejor reputación. La proyección de confianza ante el paciente es una resultante de la autoconfianza asociada al ejercicio de la profesión, así como de aspectos actitudinales que permiten construirla.
Una trayectoria exitosa de carrera en el sector salud requiere mucho más que colaboradores preparados con grados académicos y entrenamiento técnico. El desarrollo de habilidades blandas para profesionales al cuidado de la salud es clave en hospitales, clínicas, laboratorios médicos y de manera general, en cualquier organización del sector salud ya que las habilidades blandas tienen un impacto directo en la experiencia del paciente.